Entorno natural
ALMANSA ENTORNO NATURAL
Almansa posee un importante y prácticamente desconocido entorno natural y paisajístico, que se extiendo a lo largo de todo el término municipal. Rutas senderistas, paseos por el Pantano o descanso en nuestros albergues.
El clima, mediterráneo de montaña, y la naturaleza del suelo, donde predominan las rocas de tipo calizo, van a condicionar el tipo de vegetación. En Almansa abunda el pino carrasco, que es sustituido por el pino negral en la zoas más altas y umbrías. También aparecen manchas de encina, enebro y coscoja más esporádicamente y en las costas más altas sabinas. Por debajo del sustrato arbóreo, se desarrolla el sotobosque de especies típicas del matorral mediterráneo, con gran variedad de plantas aromáticas.
La parte sur de la sierra, es un monte adehesado con importantes masas de encinas. Situadas entre la carretera de Yecla y la de Montealegre se encuentran las dehesas de Caparral, Botas, Fuente del Pino y parte de la dehesa de Jódar, y al sur, entre la carretera Yecla y la autovía Madrid-Alicante, limitando con Caudete, están las dehesas de Alcoy, Catín, Mojón Blanco y de Jóder.
El tipo de suelo es calizo y la vegetación es variada: en la dehesas de Botas y Fuente del Pino pertenecen los mejores pies de encinas que propician su aprovechamiento agrícola; en la dehesa de Alcoy predomina el monte bajo (lomas) y un importante arbolado de ribera (chopos) en la Mearrera. Las masas de pino carrasco son comunes a las dehesas de Catín y Mojón Blanco.
Esta abundante vegetación sirve de alimento y refugio a numerosos mamíferos (jabalíes, conejos, liebres, ardillas y erizos), múltiples especies de pájaros típicas del bosque mediterráneo, insectos y reptiles (culebra bastarda, culebra de escalera y lagarto ocelado) que facilitan la presencia de depredadores (zorros, búhos reales, halcones, ratoneros y águilas reales). Algo importante a destacar en la dehesa de Fuente del Pino, son las aves de paso como la avutarda, paloma torcaz y tórtola.
Al oeste de la población de Almansa, en el Cerro del Mugrón, se encuentran los vestigios de una antigua civilización que pertenecen a una ciudad íbera denominada Meca, donde se han rescatado los restos de una torre romana, aljibes, viviendas y cerámica además de un impresionante camino de carros excavado en la roca.
Las edificaciones de la sierra se sitúan normalmente, en el límite entre el bosque y los campos cultivados. Es característico que a la espalda de los edificios aparezca una masa de pinos y delante se encuentren las tierras de labor. Dignas de ver son las ruinas de la casa cueva de Picabarajas, excavada en la pared de piedra caliza de una ladera, que hasta hace poco era utilizada como vivienda.
Toda la zona está sembrada de casas de labor, algunas en estado ruinoso, de las que podemos destacar Cáñolas, la Segurana, Casa de la Sierra, Hoya Matea y, especialmente, Casa Alfonso.
En la zona existen lugares de carácter público, habilitados como zonas de recreo y descanso, que son la Fuente del Escudero, el Santuario de Belén y Olula. Estos disponen de agua potable, mesas, bancos, barbacoas, contenedores y áreas de aparcamiento.